El verano es una de las épocas del año en la que más aumentan las infecciones urinarias, infecciones vaginales y candidiasis. El calor, la humedad y la mayor exposición a ambientes como la playa o la piscina favorecen la proliferación de bacterias y hongos. Sin embargo, con algunos cuidados sencillos es posible reducir el riesgo y mantener una buena salud íntima.
Medidas de prevención
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Evitar la humedad prolongada
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Cambiarse el bañador o bikini inmediatamente después de salir del agua. La humedad y el calor son un ambiente ideal para la proliferación de microorganismos.
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Usar ropa interior de algodón y evitar tejidos sintéticos que no permiten una correcta transpiración.
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Cuidado con el uso de salvaslip o compresas diarias
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Evitar el uso continuado de salvaslip o compresas fuera de los días de menstruación. Pueden retener humedad y calor, aumentando el riesgo de infección y aumentar el flujo vaginal para proteger la vagina de bacterias y hongos.
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Se recomienda cambiarse de ropa interior a menudo en caso de notar la braguita húmeda. El flujo vaginal acaba regulándose de manera natural ya que no necesitará generar más para proteger la vagina.
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Higiene íntima adecuada
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Realizar la higiene íntima de manera diaria y solamente con agua, no es necesario usar jabones específicos para la zona íntima y sobre todo evitar productos perfumados o con alto poder detergente. A veces, el uso de detergentes para lavar la ropa muy perfumados, pueden afectar a la vulva y a la vagina.
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Limpiarse siempre de delante hacia atrás para evitar el arrastre de bacterias desde la zona anal hacia la uretra o la vagina. La escherichia coli vive en nuestro intestino y zona anal, así que si la arrastramos hacia la vagina, podemos provocar una infección de orina.
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Mantener una buena hidratación
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Beber suficiente agua durante el día para favorecer la diuresis y la eliminación de bacterias de las vías urinarias. Se recomienda beber 2l de agua al día. Además mantener una buena hidratación también evitará el estréñimiento.
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Uso de ropa cómoda
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Evitar ropa muy ajustada durante periodos largos, especialmente pantalones o ropa deportiva, ya que favorecen la fricción y la humedad. Si por ejemplo tienes un viaje largo, ya sea en coche o en avión, levántate varias veces o haz paradas en las áreas de descanso. Además tu circulación lo agradecerá.
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Hábitos saludables
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Mantener una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras y probióticos (yogur, kéfir) que ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal y vaginal.
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Qué hacer si aparece una infección
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Infección urinaria
Los síntomas más comunes son escozor al orinar, aumento de la frecuencia urinaria, urgencia y, en ocasiones, dolor en la parte baja del abdomen. Ante estos signos, es importante acudir al médico para confirmar el diagnóstico y recibir el tratamiento antibiótico adecuado. No se debe automedicar. Se recomienda combinar el antibiótico con un probiotico para luego evitar la aparición de hongos. Se recomienda realizar un cultivo de orina. -
Candidiasis vaginal
Provoca picor intenso, enrojecimiento, inflamación y flujo espeso blanquecino. El tratamiento habitual consiste en antifúngicos locales (óvulos o cremas) o, en algunos casos, medicación oral. Es importante completar el tratamiento incluso si los síntomas desaparecen antes. Se recomienda realizar un cultivo vaginal. -
Vaginosis bacteriana
Se caracteriza por flujo grisáceo con olor fuerte (a veces descrito como “olor a pescado”). El tratamiento es con antibióticos específicos indicados por el médico. Se recomienda realizar un cultivo vaginal.
Recomendaciones durante y después del tratamiento
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Evitar las relaciones sexuales sin protección hasta completar el tratamiento y resolver los síntomas.
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Mantener la higiene adecuada, pero sin excesos que puedan alterar la flora vaginal.
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Continuar con una dieta equilibrada, limitando azúcares simples, ya que favorecen la proliferación de hongos.
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Incorporar alimentos probióticos o suplementos según indicación profesional.
- Hacer control con ginecología para controlar si remite o persiste la infección.
Conclusión
En verano, el calor y la humedad pueden aumentar la incidencia de infecciones urinarias y vaginales, pero con medidas sencillas —como cambiarse el bañador tras el baño, evitar la humedad prolongada y mantener una correcta higiene y alimentacion— es posible prevenirlas. Ante cualquier síntoma, es fundamental acudir a un profesional sanitario para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
Si tienes síntomas y crees que pueden ser alguna de estas patologías, ponte en contacto con nosotras y nuestro equipo de ginecología podran ayudarte.
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