La artrosis de rodilla, también conocida como gonartrosis, es una enfermedad degenerativa que afecta la articulación de la rodilla, causando dolor y rigidez. Se caracteriza por el desgaste del cartílago articular, lo que puede llevar a la exposición del hueso subyacente y la formación de osteofitos (espolones óseos).
Síntomas:
- Dolor. Es el síntoma más común, generalmente empeora con la actividad y mejora con el reposo.
- Rigidez articular. Especialmente por la mañana o después de períodos de inactividad.
- Inflamación. La rodilla puede inflamarse, causando hinchazón, calor y enrojecimiento.
- Crujidos. Algunas personas pueden notar crujidos o chasquidos en la rodilla al moverse.
- Limitación de la movilidad. A medida que la artrosis progresa, puede haber dificultad para doblar o extender completamente la rodilla.
Causas y factores de riesgo:
- Envejecimiento. Debido al desgaste natural de las articulaciones.
- Lesiones previas. Lesiones como esguinces, fracturas o problemas en los ligamentos, pueden aumentar el riesgo.
- Sobrecarga articular. El sobrepeso y la obesidad pueden ejercer presión adicional sobre las rodillas, acelerando el desgaste.
- Factores genéticos. Existe una predisposición genética a desarrollar artrosis.
- Actividad física. Si bien el ejercicio regular es beneficioso, la actividad física intensa o repetitiva puede aumentar el riesgo, especialmente si no se realiza con la técnica adecuada.
Tratamiento:
El tratamiento de la artrosis de rodilla se enfoca en aliviar el dolor, mejorar la función de la rodilla y retrasar la progresión de la enfermedad. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
Medidas conservadoras:
- Control del peso. Mantener un peso saludable reduce la carga sobre las rodillas.
- Ejercicio. El ejercicio regular de bajo impacto, como caminar o nadar, ayuda a fortalecer los músculos alrededor de la rodilla y mejorar la flexibilidad.
- Fisioterapia. Los ejercicios y técnicas de fisioterapia pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la movilidad.
- Medicamentos. Los analgésicos y antiinflamatorios pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación.
- Infiltraciones. En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides o ácido hialurónico para reducir el dolor y la inflamación.
Tratamiento quirúrgico:
- Artroscopia. Un procedimiento mínimamente invasivo para limpiar la articulación y reparar daños en el cartílago y meniscos.
- Reemplazo articular. En casos de artrosis severa, se puede realizar un reemplazo total o parcial de rodilla para aliviar el dolor y mejorar la función. Y en algunos casos, de la rótula.
LA FISIOTERAPIA COMO TRATAMIENTO PARA LA ARTROSIS
La fisioterapia es un tratamiento clave para la artrosis de rodilla, enfocándose en aliviar el dolor, mejorar la movilidad y fortalecer los músculos circundantes. Los fisioterapeutas utilizan diversas técnicas, como terapia manual, ejercicios terapéuticos, agentes físicos (calor, frío, electroterapia, etc.) y reeducación de la marcha para lograr estos objetivos. Dependiendo del grado de desgaste, se utilizarán unas técnicas u otras.
Objetivos de la fisioterapia:
- Disminuir el dolor y combatir la inflamación.
- Mantener o aumentar si es posible la movilidad articular.
- Aumentar la estabilidad articular mediante la prevención de la atrofia muscular.
- Retrasar la evolución de la enfermedad.
- Mantener la independencia funcional.
- Prevenir las deformidades y contracturas.
- Establecer medidas de ahorro articular.
Tratamiento Preventivo:
- Diagnóstico precoz.
- Educación postural en el trabajo o en labores de casa.
- Ejercicio físico compensador de desequilibrios producidos en ciertos trabajos.
- Movilidad de puestos de trabajo.
- Evitar excesos deportivos.
- Uso de material adecuado.
- Evitar la obesidad
Tratamiento conservador de fisioterapia.
- Alivio del dolor: Se emplean técnicas como terapia manual, masajes, aplicación de calor o frío, electroterapia y radiofrecuencia para reducir el dolor y la inflamación.
- Mejora de la movilidad: La fisioterapia busca restaurar el rango de movimiento de la rodilla a través de ejercicios de movilización articular, estiramientos y técnicas de liberación miofascial.
- Fortalecimiento muscular: Se diseñan programas de ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, como el cuádriceps, los isquiotibiales y los músculos de la cadera, lo que proporciona mayor estabilidad y soporte a la articulación.
- Reeducación de la marcha y postura: La fisioterapia ayuda a mejorar la forma de caminar y a corregir patrones de movimiento inadecuados que pueden estar contribuyendo al dolor y la progresión de la artrosis.
- Educación al paciente: Se proporciona información sobre cómo manejar la artrosis en la vida diaria, incluyendo la adaptación de actividades, el uso de ortesis y la adopción de posturas correctas.
Fisioterapia tras prótesis de rodilla.
La primera semana de la intervención el paciente presentará:
- Dolor, que aumenta cuando se flexiona la rodilla.
- Rigidez para realizar movimientos de flexo-extensión.
- Inflamación y edema.
- Adherencia de la cicatriz y tejidos blandos adyacentes.
- Debilidad muscular.
- Marcha antiálgica.
Tras la cirugía el paciente debe seguir al pie de la letra las recomendaciones que el médico especialista y el fisioterapeuta le dan, para lograr una completa recuperación.
Recomendaciones generales post operación:
- Sentarse en sillas altas
- No durar más de 30 minutos sentado con la rodilla flexionada o extendida, es decir, alternar las posiciones
- Utilizar calzado cómodo y cerrado que le sujete bien el pie
- No aumentar o bajar de peso según sea el caso, debe mantener una dieta equilibrada, para no sobrecargar la rodilla
- Retirar alfombras o mobiliarios que pueden ocasionar una caída
- Realice los ejercicios indicados para el hogar 3 veces al día
- Después del ejercicio o cuando esté inflamada la zona, colocarse compresas frías
- Cuando marche con muletas puede hacerlo de forma cruzada o en paralelo. De forma cruzada debe adelantar consecutivamente los dos bastones, luego la pierna operada y por último la pierna sana. De forma paralela,el paciente debe adelantar consecutivamente el bastón contrario a la pierna operada, luego la pierna operada y por último la pierna sana.
- Para sentarse el paciente debe colocar las piernas en contacto con la silla, luego colocar ambas manos sobre el apoyabrazos, adelantar el pie de la pierna operada y sentarse lentamente. Y para levantarse hacer lo mismo.
- Para subir escaleras debe colocar el/los bastón/es en el escalón superior, subir la pierna sana y luego la operada
- Para bajar las escaleras debe colocar el/los bastón/es en el escalón inferior, bajar la pierna operada y a continuación la pierna sana.
- Mantener la herida limpia y desinfectada.
Dependiendo de la fase del postoperatorio, el tratamiento en las sesiones de fisioterapia será:
- Radiofrecuencia. Para la reducción del dolor y la inflamación, mejora de la movilidad, estimulación de la cicatrización y prevención de adherencias.
- Trabajo de cicatriz. Para mejorar la elasticidad de la piel y prevenir adherencias.
- Movilización de la rótula. Para una correcta movilidad articular.
- Terapia manual: Según la fase en que el paciente esté, el fisioterapeuta utilizará las movilizaciones pasivas, activo-asistidas y/o activas para ganar amplitud articular.
- Drenaje linfático. Para la reducción del edema y la inflamación.
- Masoterapia. Para relajar la musculatura.
- Potenciación muscular. Para mayor estabilidad y soporte articular.
- Estiramientos. Para dar una buena flexibilidad a la zona.
- Reeducación propioceptiva y trabajo de equilibrio. Para dar estabilidad y propiocepción.
- Reeducación de la marcha. Para corregir patrones de movimientos erróneos.
- Cinesiterapia. Para trabajar también desde casa todos los ejercicios.
Contraindicaciones del tratamiento:
- Infección cerca de la herida o de la nueva articulación.
- Trombo sanguíneo, por inmovilidad tras la cirugía.
En estos casos, se ha de hablar con el cirujano y tratar primero estas patologías.
Recomendaciones durante el tratamiento postoperatorio:
- Dieta sana y equilibrada.
- Realizar mínimo dos veces al día los ejercicios.
- Si aumenta el dolor, aplicación de hielo.
- Ejercicios dentro del agua.
- Ejercicios de relajación de la musculatura implicada.
Conclusión
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