La fascia plantar es un tejido elástico que se extiende desde el calcáneo (talón) hasta el metatarso (dedos). Cuando se inflama se llama fascitis plantar. Esta estructura tiene una función esencial para caminar ya que sirve para mantener el arco del pie y absorber la carga de nuestro peso cuando éste impacta contra el suelo. Esta lesión es muy típica entre los deportistas sobretodo en corredores, aunque también se puede dar por un calzado poco apropiado, como son las sandalias o zapatos con una suela fina, ya que no absorben correctamente los impactos y el peso corporal. El síntoma principal de la fascitis plantar es el dolor que se produce en la planta del pie que suele manifestarse más intensamente por la mañana al apoyar el pie. Además también se puede dar enrojecimiento e hinchazón. Cuando caminamos un poco, la fascia se estira por lo que el dolor disminuye.
Para tratar esta patología es muy importante bajar la inflamación, trabajar la fascia para darle más elasticidad y quitar adherencias. Además hay que trabajar las articulaciones del pie para dar mayor calidad de movimiento y relajar la musculatura de la cadena posterior de la pierna como por ejemplo el gemelo. A la vez que se realiza el tratamiento, es muy importante planificar una vuelta progresiva a la actividad física para evitar recaídas.
¡Si sufres fascitis plantar, acude a tu fisioterapeuta!
Consejos para prevenir la fascitis: se pueden realizar estiramientos del gemelo y trabajar con un rodillo colocándolo en la planta del pie y presionar suavemente a la vez que desliza el pie hacia delante y hacia atrás.