Debido a la edad, los partos, el estreñimiento, los esfuerzos físicos intensos y la falta de ejercicio, puede que la mujer note una sensación de peso dentro de la vagina. De golpe entra el pánico ya que es algo desconocido que nunca había sentido. Primero de todo, es importante ir al médico y descartar otras posibles patologías. Si el ginecólogo le diagnostica un prolapso, es importante acudir a un fisioterapeuta de suelo pélvico y empezar cuanto antes un tratamiento de rehabilitación.
Hay diferentes prolapsos, dependiendo del órgano que desciende. Si el ginecólogo le habla de un cistocele, es que la vejiga está más caída. En caso del recto, se le llama rectocele y en caso de la matriz, un histerocele.
Dentro de los prolapsos, hay diferentes grados. En estadios avanzados, incluso es necesario una intervención quirúrgica.
La mejor prevención y tratamiento es la gimnasia abdominal hipopresiva ya que nos ayuda a fortalecer la faja abdominal (el core), el suelo pélvico y ayuda a subir los órganos hacia arriba.